A lo largo de mi vida conocí a muchas personas, algunas muy buenas y aburridas, otras malas, viciosas y geniales.
Por algún motivo me sumergía en las ideas que corren por las cabezas de la gente tan espontánea, orgullosa e ingreída. Les conocí bien a esas personas que se muestran tal y como un libro abierto, que sabes que sucede en la próxima página, se les nota el problema que serán para nuestras vidas.
No tenía reparo en aceptar que eran seres sedientos de ganas, que nunca cambian y se tatúan sus reglas como señal de libertad a la cual están presos. Hablan del futuro incierto y se jactan, pretenden ser líderes de masas y actúan como niños caprichosos, pretenden vanagloriarse de sus malas costumbres, de sus traiciones con parches, de ser ejemplo para nadie...
Quizás lo que entendía por "gente profundamente aburrida", sería una valoración ni más ni menos que personal.
"Visten uniformados, porque ante todo, sus trapos, siempre son los mismos, sus mismas absurdas frases, las mismas buenas palabras, también las malas, el mismo ridículo gesto, el mismo tema y las mismas razones para una lágrima."
El ser ser humano mantiene el mismo discurso infantil de sentirse especial y arriesga todo para ello, hasta su propia inteligenia.
De exclusividad carentes como sus principios, son una retórica que se dice a sí misma al final de la noche: "soy único, intenta superarme".
Cambiarían el mundo si les prometen cerveza y te llevarían al cielo solo si se encuentran bien ciegos de cualquier bebida que salga en la portada de cualquier revista.
Una muestra que de los cobardes también se escribe y por si fuera poco de las masas, auqnue no digan nada.
A la vista pública se han empeñado en vender una imagen de fortaleza sin fundamento, de traumas que no existen como motivo de justificar sus ataques de ansiedad y transmitir una estabilidad emocional que no existe en sus vidas. Su verdadero poder no es más que fruto de su imaginación, se van copiando los pasos unos a otros, parece ser que sus padres no le dieron más cariño cuando pequeños.
AL final ni seguridad, ni poder…
Y menos mal
Dale a estas personas un poco de poder y verás que tan mierda puede ser un ser humano.